El Salvador es el país más pequeño y densamente poblado de América Latina y también uno de los más vulnerables del mundo. El 88% de su territorio y el 95% de su población están expuestos a riesgos hidrometeorológicos o geofísicos, según la Oficina de Evaluación y Coordinación en Caso de Desastres de las Naciones Unidas (UNDAC, por sus siglas en inglés).
Para reducir esa vulnerabilidad, la Cruz Roja Salvadoreña realiza la décima edición de un programa que busca fortalecer la resiliencia y la seguridad alimentaria en 20 comunidades de los municipios de Berlín, Alegría, Mercedes Umaña y Santiago de María, en las tierras altas del departamento oriental de Usulután.
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